Buenos Aires Zero

Radio donde PINTE!

EL LUGAR DONDE SE ENGENDRA EL MAL

EL LUGAR DONDE TODO NACE

EL NIDO DE LAS SOMBRAS              

Sentado  absorto y pensativo como todos los días, mi cabeza divagaba como en conexión directa  a mi alma. a través  de las más oscuras tormentas de nervios, me levanté del sillón con el vaso en mano y ese pensamiento se acurrucó placetinamente entre mis huesos como un gato que busca en un confortable lugar su sueño, mi voz interior sonaba como eterna, sintiendo  algo que me dominaba en esta vida algo inexplicable y conjurito, como una usina macabra, un nido de sombras organizado, y diez mil palabras más me caían en un manantial , y que todo también se oscurecía como un supremo eclipse que intentaba mostrar su verdad.

 Mi nombre es Florián, mi hogar era una casa antigua de esas de chapa, madera y zinc de principio de siglo XIX en la ciudad de Berisso, la había adquirido unos pocos años antes con ayuda de mis padres, y aquí comienza esta historia ancestral y a la vez futurista, de horror, de soledad y con el final aun eternamente abierto.

La casa tenía un extraño altillo, que como  esas cosas que uno no usa ni ocupa queda como fuera de nuestra cotidianeidad , este lugar estaba cerrado incluso desde mucho antes de adquirir  el inmueble, tenía una escalera de madera antigua, con detalles de piezas extrañas, en el inicio de sus dos barandas unas horrendas criaturas con sus bocas abiertas y sus lenguas fuera; eran Gárgolas Victorianas  con sus membranosas alas desplegadas, nunca pensé en subir esos escalones , ni siquiera frenar frente a esa puerta intimidante de pozo invertido, de sótano colgante , lo que si sentía siempre algo como inexplicable  por las noches largas de invierno  en ese 2008, como un vibrar gutural de mi espíritu, como espasmos involuntarios  de mi alma, y como si ella chocara enfermizamente  contra mis huesos, como una jaula, pero luego seguía con mis quehaceres  y tareas, saliendo de ese lugar como en un inconsciente escape.

Una noche fría y ventosa, me encontraba con mi gran amigo Nicolás, compartiendo y disfrutando unos tragos, y charlando de historias aterradoras, que a los dos nos apasionaban, dimensiones ocultas y paralelas que emergían en este mundo , como abriendo un tajo en esta realidad,

Las horas pasaron y pasaron y mi mente abría sus esperanzas de poder comprender esas extrañas sensaciones no mundanas que experimentaba al pasar por ese altillo macabro, con mi amigo Nicolás nos pusimos a deliberar, de que el podía oír sonidos extra mundanos, como si una sustancia de gran viscosidad  fluyera trabajosamente dentro de un orgánico y enorme ducto , y que venía orientado de ahí de esa boca infernal cerrada, pero a la vez una gran puerta para mi creciente imaginación  y mi enraizado sentir, continuamos varias horas esa charla, hasta que la luz del amanecer abrió sus brillantes ojos, y nos despedimos, Nicolás se fue en su moto y el frio matinal contrastaba en nuestra piel, con el hermoso cielo completamente azul, yo me acosté tranquilamente en mi cama para tratar de dormir un poco, y ahí entre en el silencio abismal de mi habitación, las persianas totalmente cerradas…… comencé a transitar un sueño profundo, y ahí despertó la terrorífica y recurrente pesadilla, que desde que yo vivía en esa casa me estaba martirizando; sonidos indescifrables, sensación de atracción como un hipnotismo , llegue hasta un lugar donde parecía descansaba  una indescriptible masa de sombras, pero sombras que tenían cuerpo en esta dimensión, que se movían como en un latir putrefacto, y ese sonido  de sustancia viscosa empujando por una gran arteria , y yo me sentía como arrodillado ante un Dios o ante algo al que yo le debía mi creación y existencia, hasta que de pronto un gran alarido cósmico , y luego la oscuridad total, el sentirme perdido en una inmensidad, sin ver, sin tocar, solo un viento oscuro que atravesaba mi cuerpo o lo que yo creía era mi cuerpo, y ahí despertaba exaltado y espasmódicamente agitado como si estuviese a punto de estallar, y un nuevo día comenzaba, y así esperar resignado la recurrencia  de esas escenas totalmente horrendas,

Y así fue que sucedieron los días con la misma pesadilla que mordía como una bestia mortal mi existencia, hasta que una noche especial pude lograr una intromisión con mi espíritu, esa noche seria la que yo supuestamente tendría el valor de dirigirme hacia el macabro altillo, de subir esa escalera escalofriante, custodiada por esas gárgolas que emanaban un alarido demoniaco desde dentro de sus muecas victorianas,

Me decidí a tomar unos tragos, como para templar mis nervios que se encrispában como cristales de roca ante el imaginar de lo que sentía, de esa alienación de mi alma chocando salvajemente contra su jaula, como si de una marioneta se tratara, cuando termine mi segunda botella de cerveza, comencé a caminar lentamente como inmerso en una oscura peregrinación hacia lo desconocido, hacia lo horrendo por naturaleza de no existir, llegue al comienzo de la escalera de madera, miré temblando como un enfermo a esa puerta en el techo, como quien mira en un cementerio a una tumba recién ocupada, empecé a subir uno a uno los escalones, el seco sonido de la antigua madera sonaba como un gigante tambor cuyo parche de piel se destensaba cada vez mas escalón tras escalón, cuando llegue a la puerta la empuje fuertemente hacia arriba hasta que llego al máximo de su apertura, note al tacto que tenía una traba pestillo, la cual accione , ya el hedor que ese lugar exhalaba era de un desafiante terror, un escalofrió como una fina espada que se incrustaba lentamente en mi medula; entre por fin al macabro lugar y ahí frente a mi me vi a mi mismo, el rostro pálido, cadavérico, recostado, o no podía definir verbalmente esa acción, ¿depositado?  ¿flotando? Entre una masa de sombras aun mas tenebrosas que las de la mismísima muerte, el sonido gutural como una oración infecciosa en mis oídos, podía sentir la viscosa sustancia adosarse a mis pies , pude distinguir una especie de oscuros conductos que salían o entraban a mi nariz y a mi boca y otras pequeñas incrustaciones alrededor de mi cabeza, de donde salían pequeños conductos de cada negro y viscoso clavo hundido en mi cráneo, mis ojos como el de los muertos, sin definición alguna de sensaciones, me acerque  aterrorizado y perplejo y contemple toda la enormidad de esas sombras  que se entrelazaban entre sí como un frondoso nido de las más profundas tinieblas, acaricie el rostro de esa criogénica criatura que era yo, y en ese preciso instante no supe si mi alma acariciaba a mi cuerpo o si mi carne consolaba a mi atormentada y oscura alma que adormecida estaba en un conjuro mesiánico.

En un momento pude extrañamente recuperar la calma, giré con tranquilidad y bajé  muy espaciadamente y cerré la boca de ese colgante infierno, bajé por completo las escaleras de madera, camine solemnemente hasta mi cama, abrace fuertemente a mi volcánico terror que en ese instante hacia erupción, me tapé por completo y me dormí profundamente.

A la mañana siguiente me desperté ya sin ese miedo paralizante ni con el congelado hedor de lo que  había experimentado, me cambie y Salí a caminar por la orilla del canal del río, allí en la calle Génova de mi Berisso, donde las aves te enseñan la belleza semisumergida del humedal, ahí comencé a pensar forzosamente, y cada pregunta era una pesada piedra adoquinada que ensamblaba perfectamente entre los huecos de una pared, me pregunté: ¿soy yo el que vivo? ¿ mi alma está afuera de la piel? ¿Soy yo esa usina de sombras a la cual otro responde? ¿el alma es la piel? ¿ las almas son un nido de sombras que deciden sobre los cuerpos en la tierra? ¿Quién nos gobierna?

¿yo soy el que secuestró y enterró los conductos de las sombras?  O soy ese andrajo inoculado con el viscoso líquido que domina las almas.

Ahora a lo lejos en el tiempo no me interesan las respuestas a estas inquietantes preguntas, desde que cerré  esa negra boca de las tinieblas, no tuve más las recurrentes pesadillas y no experimenté mas sensaciones mortuorias  y sonidos de bóvedas tenebrosas, solo me quede con una profunda afirmación de donde cuelga toda mi existencia……. Esa noche fría me vi nacer y morir al mismo tiempo y puedo con seguridad confirmar que volví del nido de las sombras.

Y ahora puedo romper de una vez por todas los tabúes de la conveniencia, nuestro origen son las sombras, los ángeles son cuervos, los soles han muerto.

El cobijo es la nada, el útero la oscuridad, aves negras que anhelamos la libertad, y ahí nuestro comienzo nos observa desde el magno nido de las sombras, dejare de nombrar la palabra misterio, si fuimos nosotros los que extendimos el translucido velo, el miedo original a lo que somos, armadura mental, holograma de lo que somos y fuimos, yo aquí he vuelto a correr el biombo de la conformidad, de la negación al miedo eterno de haber visto en mi altillo, la verdad de las cosas, la verdad de las sombras.

  FERNANDO MENVIELLE

Publico